lunes, 19 de mayo de 2008

delicias

No se recuerdan los dias,
se recuerdan los instantes
Cesare Pavese


¿Cómo cercar toda la inmensidad del mar,
toda la minucia de la mota de polvo?
¿cómo explicar el silencio entre dos trenes que se cruzan
y crean un pasillo de aire intacto?
Eso es la delicia.
Ningún diccionario define la delicia
como yo la concibo, en todo su esplendor.
La delicia es un tipo de amor tridimensional,
fabricado de amor de uno mismo y de amor del otro,
de fascinación por el instante presente.
La delicia conlleva en sí misma la fugacidad,
el presentimiento de la pérdida.
Los astros confluyen en el ahora mismo
y uno sabe que ese instante
perdurará para siempre en nuestra memoria
y hará que los años tomen un valor añadido.
Porque una vida puede durar un instante.
Y uno puede quedarse a vivir sobre una mota de polvo
y construir su casa en la cima de un segundo.
Cada día por vivir se vuelve de pronto valioso.
Porque un hombre en vida puede recordar.
Y un muerto no.
Una vez que hayas conocido la delicia,
querrás seguir en vida...