lunes, 30 de junio de 2008

adicto


Cada día se abre de par en par
igual que una puerta.
Aquel que ya la ha cruzado
clava sus ojos en otros y vuelve
a sentir el milagro y tomar
parte en la vida.
¿Quién diría, al verlo, que ese hombre
duerme mal en la noche y quisiera dormirse
como la tierra reseca tras jornadas de lluvia?
Nadie, entre aquellos que van y los que vienen,
percibe que ese hombre es adicto.
Adicto a imaginarte en su vigilia.
Adicto a tu voz y tus silencios.
Adicto a tu cercanía y tu distancia.
Adicto al cuerpo que acercas o rehuyes.
Adicto a tu dulzor y tu amargura.
Adicto a tu boca y tu saliva.
Adicto a tu sabor, adicto a tu aroma.
Adicto a ti y a ser adicto.
Y a querer que su adicción no tenga cura.


siete crisantemos / sabina

domingo, 29 de junio de 2008

the man who sold the world

Original de David Bowie, este tema daba nombre al album con el mismo título que vio la luz en noviembre de 1970. Existe, como siempre en estos casos, la opinión de que la versión que Nirvana hizo en 1994 es mejor que la de Bowie.
Personalmente, y reconociendo que he escuchado poco el original, prefiero la de Cobain.


nirvana / the man who sold the world

viernes, 27 de junio de 2008

soluciones en cápsulas



Eficaz en períodos de stress que cursan con ansiedad e insomnio.




1. Este anuncio es de un medicamento.
2. Lea detenidamente las instrucciones de uso.
3. Con receta médica.
4. En caso de duda no consulte con su farmaceútico o se partirá de la risa.


jueves, 26 de junio de 2008

la historia interminable

Esperar suele generar expectativas y el último trabajo de Coldplay no iba a ser la excepción. Hace apenas unas semanas que podemos escucharlo y ya han aparecido comentarios que apuntan al plagio en una de sus canciones. A Viva la vida, la que da nombre al album, le están saliendo autores de todas partes.
Los primeros en adjudicarse la autoría son los Creaky Boards, una banda que seguro puede aprovechar esta autopromoción. El tema en cuestión se titula The Songs I Didn’t Write, comparemos:


the songs i didn't write / creaky boards


Pero además, se dice que Chris Martin y los suyos también podrían haber utilizado el tema de Alizze, una veinteañera francesa que levanta pasiones con su voz y rostros dulces, acompañados eso sí de una anatomía curvada que mueve al compás de la música.


j'en ai marre / alizze


Ahora toca escuchar con atención, comparar tiempos, escalas, esquemas rítmicos, intensidades, etc. y emitir veredicto.


viva la vida / coldplay


Yo es que me imagino a Martin moviéndose así, y pierdo el hilo...



miércoles, 25 de junio de 2008

bien fresquitas...

Esta comedia negra de terror maneja un humor surrealista y referencial, donde ya se encuentran algunos de los ingredientes que De la Iglesia desarrollaría más tarde en el largo a través de sus películas.



mirindas asesinas / alex de la iglesia, 1991

Primer corto del director donostiarra que, además de mostrar un acercamiento primario al estilo que luego lo haría célebre, logro acaparar la atención y algunos premios en diversos festivales, e hizo que el famoso realizador Pedro Almodóvar se decidiese a producir la ópera prima del novel director Acción Mutante, en el año 1993.

martes, 24 de junio de 2008

las cosas como son

es posible la amistad entre hombre y mujer?


tu amigo te tiene ganas / sprite, Argentina, 2006

lunes, 23 de junio de 2008

fuera de cobertura




Jugando a ser sombra,
en el abandonado rincón de los poemas
inacabados lucho día tras día,
intento distraer por todos los medios
a cada uno de los dedos que componen mis manos.


Trazo una frontera imaginaria que no divide naciones,
razas, banderas, religiones ni dioses a quienes rendir culto,
separa a estas manos del móvil
que aúlla solo en la mesilla de noche.


Promete regalarme tu voz,
aliviar esta sed de ti que reseca mi alma,
maldito mentiroso si al convencerme susurras vacilante:


El móvil al que llama está apagado o fuera de cobertura,
por favor inténtelo de nuevo más tarde.






viernes, 20 de junio de 2008

daños colaterales


Como el que descansa
en el amor o en la ola,
hijo de la guerra,
duermes en la innumerable
falda ausente de la fuga

Carles Riba


jueves, 19 de junio de 2008

te favorece tanto esta callada

o cómo decirle a alguien que se calle con ritmo y gracia...




niños mutantes / te favorece tanto estar callada


A propósito del vídeo de Niños Mutantes, éste es el que dicen que han copiado, plagiado, etc.
Yo veo que las vendas son negras, por lo demás...




panda / procedimientos para llegar a un acuerdo común

miércoles, 18 de junio de 2008

la primera vez

Begoña tiene pensado pasar una tarde diferente, probar una experiencia nueva y será Daniel quien la encuentre al final.


Borja Cobeaga, 2001.

Obtuvo una nominación a los Premios Goya y ha ganado un total de 35 premios en su rodar por distintos festivales.

martes, 17 de junio de 2008

llueve dentro de un tren



Alguien se acaba de olvidar su paraguas. Es transparente y está lleno de lluvia y besos. En el vagón del tren las cabezas de los pasajeros no miran nada, se inclinan hacia abajo. El paraguas está lleno de bocas rojas y gotitas de agua. Es una lástima que se pierda o que lo coja alguien que no le pertenezca. Creo que tendría que llevárselo al conductor, decirle que lo deposite en objetos perdidos, qué sé yo, me da pena que se lo lleve algún extraño.
Cierto es que dentro de unos días tengo examen de latín, y si voy hasta el primer vagón, no tendré tiempo de repasar. Pero hoy es lunes y estoy cansado, no me apetece nada estudiar. Quizá sea buena idea llevarle al maquinista el paraguas. Si tengo suerte igual me abre la puerta de la cabina y se lo puedo entregar. Así me despejo de tanto apunte.
Al poner la mano sobre el paraguas, todos los ojos que miraban hacia sus pies y sus manos, me miran ahora a mí. O al menos eso me parece. Me siento observado, juzgado, como si robara algo. Es una sensación extraña. Me dan ganas de decir en voz alta que no es mío y que sólo voy a llevarlo a un lugar seguro. Pero no digo nada.
Una mirada furtiva me alcanza antes de atravesar la puerta del vagón. Conozco esos ojos. Esa piel. Ese pelo. El sabor de esa boca roja apenas levantada. Miro al paraguas, la miro a ella; la beso en la mejilla, me atrapa su olor, mezcla de moras maduras y azahar. Aprieto con fuerza el paraguas y me oigo susurrar un “hasta luego” o un “adiós”, ya no recuerdo bien. Siento su mano estrujar mi pelo, acariciar mi cara. Su boca se me acerca y se despide con un “cuídate y sé feliz”.

El sonido al abrir la puerta de separación se confunde con mi suspiro. Estoy aturdido, vencido por los recuerdos. Y tengo algún que otro vidrio incrustado en los ojos. ¿Tenía que haber dejado el paraguas en paz? ¿Tenía que haber seguido con el latín? En fin, ya está hecho, no tiene remedio. En este vagón hay demasiada gente, igual o más que en el otro. Camino hacia la otra puerta. Pido permiso al pasar como si llevara un enfermo. Sólo es un paraguas, lo sé, pero ahora sí que quiero llegar a la cabina y salir del tren, me siento asfixiado.
Pienso en volver atrás, a mi asiento y dejar el paraguas donde estaba. Pero, ¿eso cambiaría las cosas? Si así fuera, no dudaría en hacerlo. Sin embargo, la decisión de levantarme ya ha condicionado mi mañana y hay que aguantar hasta el final. Mientras me abro paso, tropiezo con algo, miro hacia abajo y veo otro paraguas. Es transparente, lleno de besos y de lluvia. Me agacho y lo cojo. No puedo dejarlo ahí. Si he cogido uno tengo que coger el otro. Caminar se me hace más difícil, sólo tengo una mano libre.
Al apoyarme en un reposacabezas, sin darme cuenta, toco una mano de mujer. Siento el frío de su anillo en mi palma. Todavía no nos hemos mirado. Y no sé si nos llegamos a mirar alguna vez. Quizá sí, yo la miré hace tiempo, o quizá sólo la veía. Ahora con dos paraguas en la mano, en este viaje hacia la cabina del maquinista, la miro. Pero ella sólo me ve. No se acuerda de mí, del que fui. Sólo mira lo que hay, y ya es bien poco, apenas queda nada de nosotros. Le pregunto por sus hijos, por su marido, ella sonríe y se toca el pelo. Me pregunta por mis hijos, por mi mujer, y yo no sonrío ni me toco pelo. Le enseño los paraguas y sigo mi camino. Tengo prisa por salir de aquí. Nunca había tenido tanta prisa. Nunca unos paraguas me habían pesado tanto.

El tren está atestado, en cada parada entra más y más gente. No hay espacio para caminar, para avanzar. No sé cómo llego a la puerta que comunica con el primer vagón. Respiro aliviado. Al fin dejaré los paraguas y volveré con los apuntes. El pasillo está completo, llegar hasta el final es una locura. Pero ya no puedo echarme atrás. Me agarro a una barra del techo y avanzo. Llego a la cabina y justo al lado de la puerta, hay una chica sentada y sobre sus piernas tiene un paraguas como los que yo llevo. Es el mismo por tercera vez. Me siento a su lado y le preguntó si se puede entrar en la cabina, me dice que no y me señala un cartel, sólo es por algo grave o urgente. Le digo que esto lo es y le muestro los dos paraguas.

-¡Ah!, ¿tú también vienes por lo de los paraguas, no? -me pregunta.
-Sí, bueno, se los han olvidado y me sabía mal que se perdieran.
-¿Te arrepientes de haberlo hecho? De haberlos traído, digo.
-Sí, tenía que haber seguido con el latín. No ha sido una buena idea.
-¿Pero qué derecho tiene la vida a hacernos esto? Nosotros sólo queríamos ayudar, hacer algo bueno. Y de repente, nos hemos encontrado con nuestro pasado atravesando este tren. Tú sólo llevas dos. Yo tengo unos cuantos -veo cómo se agacha y al menos saca cinco paraguas de debajo del asiento- y lo peor es que no puedo entrar en la cabina a devolverlos. Me tengo que quedar con ellos.
-No tenemos que quedarnos con algo que ya no queremos. Además, sólo son paraguas, ¿no?
-Y lluvia y besos.
-Habrá que quedarse con eso, con las gotas de lluvia y los besos -le digo.
-Es lo mejor de una relación, el principio, cuando chispea, cuando con la cara mojada te sientes feliz. Luego vienen las largas temporadas de lluvia. Tienes la sensación de que nunca parará. Y lloverá y lloverá siempre. El problema es cuando de repente, para. Cielo despejado y nubes lejanísimas. Ya no hay lluvia, ya no hay besos.
-Lo sé. Pero los hubo, ¿no?

Cuando ella va a contestar, la puerta de la cabina se abre y aparece el maquinista. Nada más verlo, le enseñamos los paraguas y le decimos que los hemos encontrado perdidos en los vagones.
-Lo siento, no recogemos ese tipo objetos.
-¿Pero si son paraguas? -decimos ella y yo a la vez.
-Ustedes saben de sobra que no son sólo eso.
-¿Y entonces qué son? -le pregunto.
-Eso quisiera saber yo -mientras dice esto, nos enseña varios exactamente iguales a los nuestros-. Bastante tengo con los míos. No quiero más. Cada uno tendrá que aprender a vivir con sus besos perdidos y su lluvia intermitente.

lunes, 16 de junio de 2008

una de nostalgia

Cierto es que los anuncios de Coca-cola son buenísimos, con una capacidad de tocar esa fibra sensible que hace que en cuanto empieza la publicidad no cambies de canal. Pero en esta ocasión se han superado.
Esta vez echan mano de la nostalgia recordando unas situaciones, iconos, objetos y acciones que forman parte de la vida de una generación.
Para redondear, suena de fondo "Don't you" de Simple Minds, simplemente genial.
Claro que después lo cortan y perderá bastante...




coca-cola, 2007

Inevitable verlo y no empezar a recordar una infancia en la que, en realidad, no abundaba la coca-cola...


domingo, 15 de junio de 2008

all along the watchtower

En esta ocasión más que una versión cabe pensar que se trata de otro tema. Cuesta reconocer la interpretación de Dylan, ya que la versión de Jimmi Hendrix puede considerarse la mejor de la historia... fácil de comprobar.


bob dylan



jimmi hendrix

sábado, 14 de junio de 2008

viernes, 13 de junio de 2008

el poder de la oratoria



El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, reconoció el pasado miércoles que podía haberse “explicado mejor” y podía haber utilizado “otra retórica” en sus intervenciones sobre la guerra de Irak durante su primer mandato.
Según él fue el lenguaje lo que le hizo mostrarse ante el mundo como un “tipo con ganas de ir a la guerra”.

Bush, que protagoniza actualmente su última gira por Europa antes de abandonar la Casa Blanca, había reconocido previamente en declaraciones al diario británico The Times que algunas frases que utilizó en su día como “a por ellos” o atraparlos “muertos o vivos” hicieron creer a muchos que “no era un hombre de paz”.

"Me podía haber explicado mejor, pero la decisión fue la correcta"
(desde cuándo mentir es explicarse mal?) o "Estamos invitados por el Gobierno de Irak" (si eso es una invitación, qué es una invasión?) son sólo algunas muestras del poder de palabra del presidente del país de las oportunidades.

Está claro que este hombre es un incomprendido, y además no sabe qué es un diccionario, pero él se lo toma con humor y nos hace un guiño, para quitarle hierro al asunto.

jueves, 12 de junio de 2008

eliminemos las diferencias






























































El trabajo NO es cosa de niños

miércoles, 11 de junio de 2008

la aventura de Rosa



Alguna vez hemos tenido en nuestras manos un libro de los que te propone elegir tu propia aventura. A veces puede resultar divertido, pero otras... no tanto. Algo así es lo que nos cuenta este corto, la historia de una chica que se encuentra con un libro que le dará instrucciones para que decida en cuestiones fundamentales de su vida.



Puedes verlo aquí


La aventura de Rosa, 2007. Dir: Angela Armero.
Proyecto Corto Canal+.
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martes, 10 de junio de 2008

nocuento (de abril)

No siempre, pero casi siempre, Francisco Arce Beltrán iniciaba la siesta con el mismo pensamiento: Gracias. Una palabra que representó con millares de imágenes y ninguna letra, porque su nombre completo era lo único que sabía escribir.

Se consideraba un privilegiado. Yo lo veía como un ignorante, además de conformista. Y me refiero a su etapa adulta, porque era comprensible que de niño no hubiese podido estudiar. Labró la tierra hasta que la sequía del 62 dejó a su familia sin propiedad en favor del banco, viéndose obligado a migrar a la ciudad antes de cumplir los trece años. Mendigando por las calles, entabló amistad con un vagabundo que tocaba la guitarra. Le enseñó una canción. La aprendió con muchísimo esfuerzo. Quiso enseñarle otra. A Francisco no le interesó. Para él, una bastaba para ganarse la vida.

Durante cuatro décadas, únicamente ha cantado ese tema. Le gustaba decir que entre él y un sellador de sobres no había ninguna diferencia. No profundizaba. Ahí terminaba su comentario, con un rostro que rebozaba satisfacción. ¡Ignorante, conformista y descaradamente estúpido! Me irritaba.

Ya no.

Comenzó a desbaratar mis prejuicios la tarde que me preguntó qué buscaba alcanzar con tanto estudio y competitividad. Respondí. Mi meta era su presente. A Francisco Arce Beltrán se le veía tranquilo, contento y en paz. Era feliz, monótonamente feliz.

De todas formas, él estaba equivocado. Su actividad distaba mucho de la que realizaba un sellador de sobres. Si bien Francisco repetía una misma acción a lo largo del día, el público interrumpía su rutina cuando, entusiasmado, le pedía “otra, otra”. Y eso ocurrió con una frecuencia creciente porque cada vez interpretaba mejor el tema. En varias ocasiones, salió del apuro improvisando historias que nunca reutilizaba, puesto que no se daba el trabajo de memorizarlas. Sin embargo, al madurar su autoestima, se aventuró a decir la verdad, complementándola con el siguiente argumento: “Si un compositor puede subsistir toda su vida con las regalías de una canción, por qué yo no puedo hacerlo cantándola”.

En una oportunidad, al estar por finalizar su jornada callejera, un espectador le ofreció una suma tentadora por tocar en la fiesta sorpresa que estaba organizando para su pareja. Aceptó. Tres horas después, inició su concierto. Tres minutos más tarde, se quedó sin repertorio. Aplausos prolongados. Volvió a cantar el mismo tema. Silencio prolongado. Sonreía mientras pensaba. Nuevamente, las cuerdas de la guitarra reprodujeron la melodía, pero, en lugar de acompañarla con la letra, propuso un Karaoke concurso y dotó al premio con la mitad de la paga que iba a recibir esa noche. Tocó las notas de la canción hasta el amanecer. Los invitados, encantados con la velada, lo fueron contratando para distintas celebraciones, incluyendo cumpleaños infantiles. Dado el éxito, los nuevos invitados hicieron lo propio, y la rueda giró. Las Radios desempolvaron el vinilo original, pero la gente reclamaba la versión de Francisco. La grabaron y difundieron. Sonaba en toda la ciudad, a cada rato, acelerando el desenlace. Nadie quiso volver a oírla.

Cuando estaba por marcharse, BMG y Sony le ofrecieron producir un disco con temas inéditos. Ni siquiera lo dudó. Respondió que no. Se trasladó a Córdoba con el ánimo intacto.

Al ir conociendo los valores de su perspectiva, fui compartiendo —en parte— la admiración que él sentía hacia las personas que desempeñaban orgullosas una labor simple y monótona. Francisco creía que ellos tenían la posibilidad de no pensar en nada, dejando libre el espacio para sentir, como cuando él labraba la tierra y las imágenes fluían por las emociones y no por la razón.

Francisco Arce Beltrán encontró la forma de tener una vida interesante, libre y segura, sin saber leer ni escribir. Sólo le hizo falta aprender una canción para comprar una casa, mantener a su esposa y tres hijos, disfrutar de sus vicios inofensivos y hasta gozar de vacaciones cada cuatro meses. El resto de cosas que aprendió no tenían ninguna utilidad económica, cultural o social, simplemente le sirvieron para mantener a salvo la mayor parte de su descontaminada ignorancia.

lunes, 9 de junio de 2008

tecnología 3G

No cabe duda de que gracias al teléfono móvil hemos ganado en ciertos aspectos, pero ya casi es imposible conservar un mínimo de "libertad"; el divino aparatito nos tiene localizados en todo momento, llega a ser inoportuno y hasta resulta complicado deshacerse de él, es como un apéndice de nosotros mismos.

La parte que resalta este anuncio es la menos positiva, con un Cambiando la historia nos presenta una anécdota divertida. ¿Qué habría sucedido si la tecnología 3G hubiese existido hace miles de años?



EnnEmm / Siminn 3G mobile phones

domingo, 8 de junio de 2008

biarritz

No hay duda de que Amaral lo hace bien, pero el original, siempre será el original.



amaral


http://delphine23.podOmatic.com/entry/2006-09-29T09_40_08-07_00
Días de vino y rosas



Has puesto lo tuyo sin hablar y siento que tu risa es llanto cuando buscas en mí dónde nunca hubo nada Colores y formas que se van y un tímido lamento hispano tiemblo al sentir como quemas tus alas en mí. Biarritz, dormida soledad Lleva mis pasos hacia el mar Que no despierte ya, Que no pueda escapar. Más lejos que nunca voy a estar como un pálido reflejo es tan difícil ya que cierren mis heridas Veo colores y formas que se van y un tímido lamento hispano tiemblo al sentir como quemas tus alas en mí. El tiempo aparece ante los dos mi dulce muerte, mi dolor como un testigo cruel que se impone sin hablar Biarritz, dormida soledad Lleva mis pasos hacia el mar Que no despierte ya, Que no pueda escapar. Siento que la luz se apaga y sé que la vida se va hasta el final, aprieta hasta el final. Biarritz, dormida soledad Lleva tus pasos hacia el mar Que no despierte ya, Que no pueda escapar. El tiempo aparece ante los dos mi dulce muerte, mi dolor como un testigo cruel que se impone sin hablar Biarritz, dormida soledad Lleva mis pasos hacia el mar

viernes, 6 de junio de 2008

completamente viernes

Porque da igual que el lunes sea negro o azul, que el martes pase sin pena ni gloria, que el miércoles se esconda otra vez el sol, que el jueves no tenga color, que el sábado sea corto y el domingo llegue con retraso... hoy es viernes, completamente viernes, y está la catedral
tomada por el mundo de los vivos y en el supermercado junio se hace botella de ginebra, embutidos y postre, abanico de luz en el quiosco de la floristería, ciudad que se desnuda completamente viernes... y me gusta.




the cure / friday i'm in love

jueves, 5 de junio de 2008

días de vino y rosas

Desde hace unos días y gracias a la generosidad de un buen amigo el último disco de Amaral, Gato negro·Dragón rojo, se ha convertido en la música de fondo. Entre las canciones que lo componen está Biarritz, un tema con unos cuantos años (ni más ni menos que 17) que daba nombre al primer y único álbum de Días de vino y rosas, un grupo maño y efímero del que Juan Aguirre (Amaral) era el guitarrista. Los descubrí siendo adolescente, cuando ya no formaban parte del panorama musical y me pareció una pena que no siguieran en él. De entre las diez canciones excelentes y bien trabajadas que componen el álbum hay una que forma parte del conjunto de mis debilidades. Es bastante complicado encontrar material de Días de vino y rosas, pero creo que hoy ha habido suerte y aquí está, Mi dulce de lis, una delicia.




mi dulce de lis

http://www.goear.com/listen.php?v=61790cb
(por si el reproductor no funciona)

Esa estrella que ves
es mi vieja ilusión.
Siempre quise saber
dónde va cuando hay sol.
Soy el humo sin color,
un espejo sin reflejo, soy
el hijo maldito de dios.
Si la muerte es mujer
¿Quién será su varón?
Mi Dulce de Lis, caricia de dios
¡¡Sedúceme!! Fúndeme el corazón en un gesto de amor.
Sigo enfermo de amor,
en mi vieja prisión.
He aprendido a callar
voy sabiendo olvidar.
Vivo en sueños de color azul
herido voy, buscándote en la intimidad.
Un amante es quizá
mi mejor soledad.
Mi Dulce de Lis, caricia de dios
¡¡Sedúceme!! Fúndeme el corazón en un gesto de amor.
Que hace tiempo que aquí no se puede vivir.
Hace tiempo que aquí no se puede vivir.
Hace tiempo que aquí no se puede vivir.


miércoles, 4 de junio de 2008

el columpio

¿Tiene el tiempo freno y marcha atrás?


álvaro fernández armero, 1992

Goya al mejor corto de ficción 1993
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martes, 3 de junio de 2008

despedidas

Adiós al "arquitecto" del rock & roll


Bo Diddley / Bo Diddley

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