Una de las formas de denigrar al ser humano es "clasificándolo", tratar a las personas como objetos, como cosas que se puedan usar, independientemente de lo que puedan pensar y sentir.
Esto es lo que la publicidad hace muchísimas veces con las mujeres y, últimamente, en nombre de una malentendida igualdad está empezando a hacer con los hombres.
Una relativa igualdad en la denigración no es la solución a la publicidad sexista.
subaru forester sexy, 2008
Latitud y longitud, ¿dónde vive más gente?
Hace 1 año