miércoles, 23 de enero de 2008

Burning




Burning llevan más de treinta años en el candelero. Han sobrevivido a sus tragedias personales y los cambios propios de la música. Sin quererlo, colocaron las primeras piedras de la trágica leyenda nacional del rock y escribieron los primeros himnos de la misma.
La música de Burning es canallesca, castiza, chulesca y nostálgica. Sus temas nos transportan a las novias que nunca conocimos, las barras que nunca soportaron nuestras penas y los cigarros que dejamos de fumar. Su música es para perdedores, para solitarios, para los amantes del olvido, de historias inconclusas, de ayeres y del ya te lo dije. Su verbo fácil, su mirada turbia y el olor a humo son, para cualquier alma sensible, un déja-vu. Ejercicios de nostalgia que rememoran una escena no vivida sino por vivir.

El más "incendiario" y a la vez incombustible grupo de rock que ha dado Madrid surgió a mediados de los setenta (1974) en el barrio de La Elipa. Lo hacían para "ligar", según confesaban ellos mismos, pero también, por supuesto, porque sus vidas eran el rock. La voz aterciopelada y chulesca de Toño Martín, la stoniana guitarra de Pepe Risi y el piano "honky tonkie" de Johnny se juntan para romper con los divos rosas y los grupetos de la canción del verano que mandaban en la época. Y surge esa "leyenda de cuero y fuego forjada en la fragua de los Rolling Stones" como les definió con su peculiar grandilocuencia Miguel Ríos. Rolling, sí, pero también los New York Dolls de Johnny Thunder, o Patti Smith, o Lou Reed.

En 1979 graban su tema estrella, "Qué hace una chica como tú en un sitio como éste", que por su calidad musical y también por el hecho de incorporarse a la banda sonora de la película del mismo nombre, les catapulta a una fama tan relevante como -a esos niveles de éxito- efímera. En realidad, los Burning nunca han podido, casi a su pesar, desmarcarse de esa canción maestra, inevitable en todos sus conciertos tanto como el "Johnny be good" de C. Berry, y todavía a fines de los años 80 Pepe Risi reconocía en una actuación en el madrileño Rock Club que era "una canción que hemos tirado a un rincón, pero a un rincón dorado".

En 1990, el rock "auténtico" se pone de moda en los despachos de las ejecutivas discográficas, y la llamada de una multinacional coloca de nuevo a Burning en el escaparate de los medios, con un disco en directo que recoge lo mejor de su trayectoria. En esos años salen de las cuevas, de los garitos, y llenan pabellones deportivos. Pero las ventas no están,como no podía ser de otro modo, a la altura de las esperanzas de la empresa, y Burning vuelve a la independencia, a la noche, a los pequeños locales donde dan siempre lo mejor de sí. En 1992, el excepcional disco "No mires atrás", destilando todas las esencias de dos décadas de rock and roll, anuncia una nueva etapa que aparentemente se verá truncada en 1997 por la muerte por neumonía del propio Pepe Risi, con solo 42 años, el mismo día de mayo que se había llevado años atrás a Toño, y aún en plenitud de facultades musicales aunque con la salud muy quebrantada por la vida en la carretera, por esas "fiestas magníficas en que lo hemos pasado fetén", como le recordaba el propio Johnny el día de su muerte.

Y pese todo, en otra pirueta de resistencia, de amor eterno al rock and roll, Johnny, el único superviviente de la formación original de 1974, sigue adelante con su viejo teclado Yamaha y con los jóvenes miembros que se habían unido a Burning en los años finales: Carlos Guardado al bajo, Eduardo Pinilla a la guitarra.

Tiene inevitablemente que haber momentos para la nostalgia, para las lágrimas, para el recuerdo a los grandes músicos que fundaron Burning y que se fueron para siempre. Pero también tiene que haber impulso adelante. "No pares de bailar" , como dice uno de sus temas. No, el rock no para, no puede parar. Quienes como Burning -Johnny, Carlos, Eduardo- conocen su secreto, saben que ha de recomenzar cada vez de nuevo, en las primeras notas de cada canción. Y siempre con el corazón puesto en la garganta, en la voz, en las manos que tocan hasta la extenuación la guitarra, el saxo, los tambores...

Ricardo Moyano
Página oficial Burning




"Qué hace una chica como tú en un sitio como este" / Burning