Vincent es el primer cortometraje de Tim Burton en el que utiliza la técnica de stop-motion, además de una joya. Podríamos llamarla una historia "real". Real porque el personaje de Vincent, está basado en el propio Burton, quien desde pequeño admiraba a Vincent Price. El niño es descrito por la voz del narrador (el auténtico Vincent Price) utilizando rimas que rinden un claro homenaje a Edgar Allan Poe. De hecho, el final, para quien haya leído El Cuervo resultará muy familiar.
El cortometraje fue proyectado durante dos semanas en un cine de Los Ángeles junto con la película Tex y consiguió ganar varios premios. Acabó en los archivos de la Disney dado que no sabían que hacer con él. Se trataba de un corto de 6 minutos en blanco y negro que no tenía más mercado que el formato de los festivales de animación. Más tarde se recuperó para proyectarlo con "Pesadilla antes de Navidad" e incorporarlo en el DVD de la misma.
El lunes se cumplía el 200 aniversario del nacimiento de Edgar A. Poe, recordado sobre todo por sus geniales cuentos de terror, y desde aquí este pequeño reconocimiento a su enorme contribución a la literatura y por hacernos disfrutar hasta pasando miedo.
La borró de la fotografía de su vida no porque no la hubiese amado, sino, precisamente, porque la quiso. La borró junto con el amor que sintió por ella. La gente grita que quiere crear un futuro mejor, pero eso no es verdad, el futuro es un vacío indiferente que no le interesa a nadie, mientras que el pasado está lleno de vida y su rostro nos excita, nos irrita, nos ofende y por eso queremos destruirlo o retocarlo. Los hombres quieren ser dueños del futuro sólo para poder cambiar el pasado. Luchan por entrar al laboratorio en el que se retocan las fotografías y se reescriben las biografías y la historia.