domingo, 8 de marzo de 2009

tú como yo

distintos, no desiguales


Por cada mujer cansada de tener que aparentar debilidad,
hay un hombre que disfruta de protegerla esperando sumisión.

Por cada mujer cansada de tener que actuar como una tonta,
hay un hombre que aparenta saberlo todo porque eso le da poder.

Por cada mujer cansada de ser calificada como "hembra emocional",
hay un hombre que aparenta ser fuerte y frío para mantener sus privilegios.

Por cada mujer catalogada de poco femenina cuando compite,
hay un hombre al que no le importa pisar a quien sea para ser el primero.

Por cada mujer cansada de sentirse un objeto sexual,
hay un hombre que disfruta utilizando a las mujeres para su placer.

Por cada mujer que se siente atada por sus hijos/as,
hay un hombre que disfruta de tiempo libre a su costa.

Por cada mujer que no ha tenido acceso a un trabajo o salario satisfactorio,
hay un hombre que se aprovecha del trabajo gratuito hecho en casa y que no mueve un dedo para reivindicar la igualdad de derechos laborales de la mujer.

Por cada mujer que desconoce los mecanismos de un automóvil,
hay un hombre que cuando llega en coche a casa tiene mesa y mantel puesto.

Por cada mujer que da un paso hacia su propia liberación,
hay un hombre que tiene miedo de perder su lugar privilegiado ante ella.

Por cada mujer que es víctima de violencia en el hogar,
hay un hombre que la ejerce y lo niega, presentándose como víctima de provocaciones o abuso psicológico femeninos y muchos otros que miran hacia otro lado en un silencio cómplice.

Por cada mujer que confía en que los hombres quieren la plena igualdad de derechos, hay cientos de hombres confiando en que todo cambie un poco, para que todo siga igual.

Feminismo para principiantes


Trata a una mujer como quisieras que te tratasen a ti