lunes, 30 de marzo de 2009

zapatero a tus zapatos


Las declaraciones del Papa de hace unos días: "el SIDA no puede solucionarse a través de la distribución de preservativos, que incluso agravan el problema" están en abierta contradicción con las investigaciones sobre VIH/SIDA y representan un retroceso de décadas en el arduo trabajo para lograr la concienciación, educación y prevención de la enfermedad. Dada su poderosa influencia moral sobre más de 1.100 millones de católicos en el mundo y ante una realidad de millones de afectados, estas palabras podrían repercutir negativamente en las labores para la erradicación de la pandemia del SIDA y poner muchas vidas en peligro.

No existe una solución fácil para detener esta cruel enfermedad pero los profilácticos y la educación son la mejor combinación conocida en materia de prevención, y no está demostrado que ello resulte en un aumento de una actividad sexual de riesgo.

Puede que no sirva de nada pedirle a la Iglesia Católica que cambie su posición en relación a este asunto, pero debemos exigirle que cese este tipo de declaraciones contra estrategias de prevención sanitaria cuya eficacia está probada.

La afirmación del Papa de que la distribución de preservativos no es un mecanismo de prevención eficaz contra el virus del SIDA no es un argumento sustentado por los que sí conocen la realidad. Por contra, puede llevar a una disminución en el uso de los profilácticos, lo cual sería mortal para miles de personas.

25 millones ya han fallecido y 12 millones de niños son huérfanos a causa de esta enfermedad, quizá deberían dedicarse a su labor sin entorpecer la de otros.
Vamos que un poquito de documentación y responsabilidad a la hora de abrir la boca no les vendría nada mal.