jueves, 23 de octubre de 2008

un cartel problemático

Val tiene 28 años, es atractiva, tiene estudios universitarios y una cómoda posición económica. Es además una mujer muy liberada que busca constantemente nuevas experiencias para saciar su curiosidad sexual. Se acuesta con quien quiere y cuando quiere.Tras diversas experiencias, acabará convirtiendo el sexo en su forma de vida, lo que la conducirá a encontrar el amor y a ejercer la prostitución, viviendo en ambos casos experiencias extremas.

Diario de una ninfómana se basa en el libro de la escritora, sexóloga y ex prostituta francesa Valerie Tasso, publicado en España en 2003. La obra se ha traducido a más de 15 lenguas y ha sido best-seller en más de 10 países, alcanzando el medio millón de copias vendidas en todo el mundo.

Hasta aquí todo normal.

Pero el estreno de la película y la promoción en carteles crea una polémica que a estas alturas resulta fuera de lugar. Se ha tachado de acción publicitaria de dudosa legalidad y gratuitamente provocativa. A pesar de que el contenido puede parecer ciertamente fuerte, lo anecdótico del caso es que la cinta ha obtenido la calificación del Ministerio de Cultura de Autorizada para Mayores de 13 años, aunque no haya conseguido pasar la prueba para que se exhiba en intercambiadores y marquesinas de transporte público en Madrid, en las que podemos ver carteles como estos sin inmutarnos.

Que el cuerpo de la mujer se utiliza en la publicidad no es nuevo, pero las connotaciones añadidas en este caso sí, ¿gratuitamente provocativo? ¿acaso los carteles de lencería no lo son siempre? ¿qué tienen estas braguitas de encaje? ¿una mano dentro?.
La película cuenta una historia que a muchos puede parecer incómoda, pero por cerrar los ojos ni desaparece la prostitución ni las adicciones. Lo que no saben es que con esta pataleta contribuyen a hacer publicidad de lo que tanto hiere su sensibilidad.

Quizá un señor armado sea menos provocativo, pero personalmente creo que más escandaloso. Existen carteles con peor gusto que éste y no sólo en cine.

Seguro que se os ocurre alguno!