domingo, 23 de marzo de 2008

gracias





Nada más difícil que hablarle a alguien que se fue.
Aunque a veces, basta con cerrar los ojos para traerte de vuelta, escuchar tu risa, sentirte aquí al lado.
Hace un año que te fuiste y todavía duele, mucho, tu ausencia. En este momento me gustaría creer que hay un cielo al que van las almas grandes y generosas como la tuya. Que algún día nos volveremos a encontrar; que esto no es un para siempre sino un hasta después. Me gustaría creer que puedes ver lo que sucede, que extrañarte no es en vano, que hablarte y recordarte va más allá de una necesidad.
Pero al mismo tiempo, me doy cuenta de que tarde o temprano todos emprendemos un viaje sin regreso y vuelve el vacío, la nostalgia... y entonces, sólo puedo decirte: gracias por haber sido tú, por haber estado, por seguir aquí.


Gracias.