martes, 25 de marzo de 2008

posidonia

He trepado las enredaderas
de tu pelo y de tus venas.
He llegado hasta el cielo,
lo he tocado con mis dedos.
He mentido tantas veces,
pero esta vez era cierto.
De las nubes he sacado
hilo para tejer sueños,
sueños que otros vendieron.






Y esperé tanto tiempo que di con lo inesperado.
Me dejé arrastrar por mareas y corrientes y ahora sé,
sé muy bien, que la noche es sólo para los que sueñan
y entregan su mirada al cielo y a las estrellas.