miércoles, 12 de marzo de 2008

y el nuevo pecado es...


Atendiendo a que los nuevos pecados tienen una fuerte repercusión social, el Vaticano ha decidido ampliar su lista. Ahora ya no estás en pecado mortal sólo si deseas a la mujer de tu prójimo, si cuando suena el despertador venderías tu alma por esos cinco minutos más, si cuando tienes hambre asaltas el frigo sin moderación, .... no, ahora va a ser mucho más difícil alcanzar la salvación eterna.

En la nueva lista la anticoncepción, la experimentación con células madre, la drogadicción, la basura, la riqueza y la injusticia social nos llevará derechos al infierno.

Debemos entender que el cambio climático existe, no es otra de las plagas de dios. Los contenedores de colores no los tienen por hacer bonito, hay que meter en cada uno de ellos lo que toca. Claro que sólo porque no queremos arder en el infierno, no porque seamos conscientes de que debemos hacerlo por respeto al mundo que nos acoge. Yo añadiría mover el coche para algo innecesario, tirar comida, despilfarrar agua, energía eléctrica... pero no, esos no son capitales, serán veniales.

El control de la natalidad, otro punto negro. Si la providencia decide que la tuya sea una familia numerosa, a pesar de verte impotente cuando llega el 20 de cada mes... debes estar agradecido, los hijos vienen por gracia de dios y debes apañarte como puedas. Y si por no usar el preservativo se extienden enfermedades, algunas incurables como la hepatitis B o el SIDA, pues más puntos para entrar al cielo llevas. Todo depende del cristal con que se mire.

Tendremos que asumir que las enfermedades nos vienen dadas para probar nuestra fe y que intentar curarlas, investigar, avanzar, es sólo el camino equivocado. ¿Quién quiere arriesgarse a procurar una mejor calidad de vida a los que la naturaleza no se la proporciona?

La drogadicción interesa porque ocasiona problemas en la psique de los jóvenes y por tanto los aleja de las instituciones eclesiásticas. Santa Teresa se puede ir despidiendo de sus "viajes místicos"... No es un problema de salud, que margina, que mata, que te hace dependiente y suicida, es pecado.

Más interesante es abordar los otros nuevos pecados. Tiene gracia que hablen de riqueza. Nosotros debemos trabajar para vivir, pagar nuestra casa, educar a nuestros hijos en la fe cristiana (sin educación para la ciudadanía, claro) y, a la vez, ofrecerles una parte de nuestros ingresos, con alegría y generosidad, para que ellos cuelguen cuadros, atesoren joyas, busquen reliquias sagradas, se hagan vestidos en seda natural, y recen al mismo tiempo por nuestras almas pecadoras. No restaré mérito a esa labor, pero considero que con las pertenencias de la iglesia se podría paliar en buena medida los problemas de algunas zonas.

Y si a la injusticia social nos referimos... con este se han cubierto de gloria. Cuando dicen que los homosexuales son desviados y que su actitud va contranatura, ¿qué hacen? ¿fomentar la igualdad? Cuándo una mujer decide tener un hijo sin para ello casarse bajo su mandato ¿acaso la apoyan, o simplemente menosprecian su decisión y deseo de formar una familia? ¿Y si su deseo es no tener ese hijo, por los motivos que sean? ¿Es una asesina o simplemente hace valer el derecho que tiene sobre su propio cuerpo?

Hasta hace unos siglos se dedicaban a quemar gente en las plazas de los pueblos por tener gatos negros y si alguien se salía de su norma, por herejes o poseídos. Hablaban en latín para cultivar a los feligreses, vociferaban desastres desde los púlpitos, desataban el pánico para que nadie se saliera del redil. Han estado simpre al lado y del lado del poder, para garantizar la solidaridad y el respeto, no me atrevería a dudarlo. En este siglo son más sutiles. Llaman al orden al presidente de un gobierno por hacer reformas que amplian derechos, brindando con Don Perignon, eso sí. Se manifiestan en las calles, pancartas en mano en contra de derechos fundamentales y patalean cuando ven cerca el final de su financiación estatal. Renovarse o morir.
Nadie como ellos para hablar de justicia social, desde luego.

Supongo que para aclararnos las dudas que surgen al leer la nueva lista de pecados capitales tendremos que esperar a una nueva entrega, a la modernización y a que ellos vivan en este mundo de vez en cuando.