viernes, 14 de marzo de 2008

qué leer: la elegancia del erizo


La historia se desarrolla en uno de los barrios más elitistas de París, el número 7 de la calle Grenelle. Sus protagonistas adoran la soledad y ocultan su inteligencia ante los demás con el recelo con que se oculta un secreto.

Renée finge ser la portera tipo y Paloma, adolescente superdotada, se hace pasar por una chica del montón. Pero con la llegada de un misterioso hombre que pondrá patas arriba muchas de las convenciones del resto de habitantes de la finca, estas dos almas solitarias se unirán para hablar sobre lo humano y lo divino, la vida y el arte, sobre el extraño mundo en el que viven, Oriente y Occidente, Kant y el manga, el psicoanálisis y Marx, la diferencia de clases y la solidaridad... y todo para llegar a la conclusión de que la verdadera filosofía no es la que se encuentra en esos textos que casi nadie entiende, sino la que brilla en las pequeñas cosas y las hace bellas cuando alguien las mira.



La novela denuncia los prejuicios de una sociedad que le gusta poner etiquetas a todo. Pero lo hace desde esa misma perspectiva, critica defectos desde los defectos. Nos muestra la dualidad del ser humano. La acompañan además otros valores, pequeñas relexiones filosóficas que merece la pena descubrir a cada paso.



Juntas, Renée y Paloma descubrirán la belleza de las pequeñas cosas. Invocarán la magia de los placeres efímeros e inventarán un mundo mejor.

La elegancia del erizo es un pequeño tesoro que nos revela cómo alcanzar la felicidad gracias a la amistad, el amor y el arte. Mientras pasamos las páginas con una sonrisa, las voces de Renée y Paloma tejen, con un lenguaje melodioso, un cautivador himno a la vida